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Sobre Bitácora de Viaje

Hace cinco años (cuando tenía 18 años, para ser exacta) en la búsqueda interna de mi fe, mi vocación y muchas otras cosas que abarcan mi identidad, dejé todos mis planes universitarios, dando de baja la escuela, y emprendiendo un viaje de ocho meses sin mucha planeación y con una mochila al hombro.

No me atrevo a decir que fue un viaje mochilero per se, pero si fue una temporada de mucha incertidumbre y muchos lugares que impactaron mi forma de ser y de pensar hasta la fecha.

Quienes me conocen saben lo que fui a hacer y los lugares que recorrí, pero el objetivo principal de este espacio es revivir lo que, en un inicio fue una serie de correos que mandaba a familiares y amigos durante ese tiempo. Esos correos se llamaron "Bitácora de Viaje" y cada mes mandaba el siguiente capítulo.

Debido a que estuve la mayor parte del tiempo sin internet, la única forma de mantener a mis padres sin angustias y a mis amigos enterados, fue mandando correos pequeños avisando que seguía viva y contando tan solo un poco de lo mucho que me estaba sucediendo.

No solo recibí muchos comentarios positivos, sino que disfruté muchísimo la liberadora experiencia de escribir y compartir cosas de las que solo yo fui testigo y que hubiera deseado que vivieran conmigo.

En cada viaje que he hecho desde entonces, hay personas que me preguntan cuándo volveré a escribir sobre lo que he conocido.

Siempre quedan historias por contar o detalles de un lugar que las personas en casa disfrutan leer e imaginar que experimentan contigo. Por eso, me nació el deseo de abrir este espacio.

Comenzaré por publicar aquellos correos, para después, continuar con memorias nuevas y experiencias que he ido acumulando desde entonces y que seguramente seguirán apareciendo.

Esa fue la primera experiencia que tuve con la abrumadora y adictiva sensación de no saber qué está por suceder y descubrí que viajar se convertiría en una de las cosas que formarían parte de quien soy y de lo que me hace feliz. No solo por las fotos y los lugares turísticos, que siempre serán atractivos al bajar del avión, sino principalmente por la fascinante y enriquecedora experiencia de enfrentarme a mundos distintos y cosmovisiones familiares u opuestas a la mía. El poder conocer todo tipo de personas que han vivido todo tipo de situaciones es y será lo que más amo de poder viajar y me encantaría poder llevarlos conmigo en el camino.



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